Todos los dias pueden ser perfectos.
“Kondō wa kondō. Ima wa ima.
Next time is next time. Now is now”.”
La película de Wim Wenders me conmovió profundamente y me llenó de una energía creativa que hacía mucho tiempo no sentía. Fue un recordatorio sobre mi fortuna, mi abundancia y la suficiencia de lo que me rodea. A continuación, una reflexión un poco más larga sobre todo lo que provocó la película en mí.
La Bendición de lo cotidiano
Su mirada sobre la cotidianidad, sobre mirar hacia arriba cada vez que se sale de casa y sonreír, sobre disfrutar cortarse el bigote y todos los demás pasos de nuestra rutina, de nuestra vida. Disfrutar andar el camino que elegimos y ser conscientes de la elección.
With Awareness comes choice.
La manera en que el director nos hace intuir que él eligió esta vida, su hermana tiene chófer, su padre ya no es como era antes, las lagrimas al despedir a su hermana, toda una escena que nos revela lo que el eligio y que lo disfruta aun con sus precios, su carga, sus culpas, miedos y regrets.
¡Que viva la música!
Por supuesto, tenía que hablar de la banda sonora.
El ritual de escuchar casetes, el cuidado, el orden y el respeto por el objeto como representación tangible del arte que contiene. El espacio para escucharla, solo a ella, sin distracciones, nos confirma que los coches son los mejores espacios que hemos creado como humanidad para sumergirnos en la experiencia de sentir con todos los sentidos la música.
Lo maravilloso de la escena final, una canción que ha estado en mi vida en momentos transformadores y esa voz y esos ojos que nos recuerdan que vivir es un regalo, cada día.
La música me conectó con una Nueva York que habito, con lo que he aprendido aquí sobre música, con reconocer a Lou Reed y a Patti Smith, con saber que por las calles que yo camino caminaron ellos y esta ciudad en la que vivo fue su motor, inspiración y pesadilla.
Todos tenemos algo en común, todos caminamos nuestro camino, con nuestras propias elecciones, paradas, descansos y trotes. Honrar nuestro camino, aceptarlo como viene, con sus rocas y sus planicies, y andarlo agradecidos por tenerlo, es lo que me recordaba todo esto. El cine, la música, la escritura, son una manera de expresar y hacer más llevadero nuestro caminar en este camino.